Algunos cirujanos realizan la rinoplastia mediante una técnica reductiva, que consiste en resecar en exceso el hueso y el cartílago, con el afán de obtener una nariz más pequeña. El resultado es un debilitamiento y destrucción del soporte y estructura nasal, lo que conlleva que, tras el paso de los años, la nariz se deteriore y se venga abajo como si de un edificio con malos cimientos se tratara. Este tipo de técnica conlleva malos resultados, tanto desde el punto de vista funcional como desde el estético.

El Dr. Julio Palacios no realiza la rinoplastia de este modo. Él lleva a cabo lo que es conocido como un “abordaje estructural”, el cual consigue modelar y modificar la estructura ósea y cartilaginosa de la nariz, sin dañar su soporte. Esta técnica le permite obtener unos resultados satisfactorios tanto a corto como a largo plazo, ya que mantiene indemnes los “cimientos” de la nariz, y por lo tanto consigue unos buenos resultados tanto en el aspecto estético como en el funcional.